A 83 años de su fallecimiento, repasamos algunas de las ideas y obras de uno los intelectuales más destacados del siglo pasado. Pensador lúcido y fundador del Partido Comunista Italiano
Antonio Gramsci nació en Ales, Oristano, en la isla de Cerdeña, el 22 de enero de 1891.Fue el cuarto de siete hermanos. Su padre Francesco era funcionario público. Las recurrentes dificultades económicas los olbligaba a mudarse muy seguido por la isla, hasta que lograron establecerse en Ghilarz.
Finaliza la escuela primaria con las mejores notas, pero no puede acceder al secundario así que contribuye a la economía familiar trabajando por el equivalente de un kilo de pan diario. En esos años se involucra en círculos socialistas. Gracias a una beca en Letras, en 1911 comenzaría a cursar en la Universidad de Turín. En 1913 se afilió al Partido Socialista Italiano. Debió abandona la universidad por problemas financieros y de salud, aunque una vez iniciada la Primera Guerra Mundial se dedicaría por completo a la militancia política.
Antonio Gramsci fue sociólogo, filósofo, político y periodista.
Cofundador del Partido Comunista Italiano.
Revoluciones
En el año 1919 Gramsci fundó el periódico socialista L´Ordine Nuovo y en 1921, publicó una serie de textos, entre los cuales destacan “Democracia Obrera”. A partir del año siguiente se incrementa la cantidad de ocupación de fábricas y huelgas en Turín y bajo el lema “Decir la verdad es revolucionario”, termina de establecerse el periódico. En el Congreso de Livorno Gramsci fundaría el Partido Comunista Italiano. Pronto llegaba la violencia fascista y los socialistas firmaban un pacto de pacificación.
En 1923 el filósofo italiano se casó con Giulia Schucht, a quien conoció en un viaje a la URSS como representante ante la Internacional. Tuvo dos hijos.
Gramsci fue colaborador en los periódicos socialistas Il Grido del Popolo y Avanti. En L’Ordine Nuovo manifestó la orientación comunista (leninista) de su pensamiento.
Entre 1924 y 1926 Gramsci fue presidente del Partido Comunista Italiano, época de persecuciones y asesinatos a dirigentes de izquierda. Su propuesta sería sentar las bases de un partido de masas, que representara a campesinos y trabajadores para educarlos en la lucha.
En enero de 1926 se desarrollaba clandestinamente en Lyon el III Congreso del Partido. Según Gramsci el fascismo es el producto político de la burguesía urbana y agraria que ha entregado el poder a la alta burguesía, y su tendencia imperialista es la expresión de la necesidad de las clases industriales y agrarias “de encontrar fuera del campo nacional los elementos para la solución de la crisis de la sociedad italiana” que sin embargo permite, por su naturaleza opresora y reaccionaria, una solución revolucionaria de las contradicciones sociales y políticas.
El autor propone un marxismo al que llama “filosofía de la práctica”. Se trata de una manera de pensar que historiza los problemas teóricos al concebirlos siempre como problemas de cultura y de la vida global de la humanidad.
El 9 de noviembre de 1926, el gobierno fascista promulgó una nueva ola de leyes de emergencia, tomando como pretexto un presunto atentado contra la vida de Mussolini varios días antes. La policía arrestó a Gramsci y lo encarceló. El fiscal que lo acusó pronunció la siguiente frase: “Durante 20 años debemos impedir funcionar a este cerebro”.
Algunas definiciones
Cultura
Gramsci reivindica la cultura como “la potencia fundamental de pensar y de saberse dirigir en la vida”.
“Yo tengo de la cultura un concepto socrático; creo que es pensar bien, cualquier cosa que se piense y, por tanto, un optar bien, cualquier cosa que se haga. Y como sé que la cultura es ella también concepto basilar del socialismo, porque integra y concreta el concepto vago de libertad de pensamiento, del mismo modo quisiera que fuese vivificado desde lo alto, desde el concepto de organización.
Yo doy a la cultura este significado: ejercicio del pensamiento, adquisición de ideas generales, hábitos que deben conectar causas y efectos. Para mí todos son ya cultos, porque todos piensan, todos conectan causas y efectos. Pero lo son empíricamente, primordialmente, no orgánicamente. Por lo tanto, se tambalean, se abandonan, se ablandan o se vuelen violentos, intolerantes, rijosos, según los casos y las contingencias”.
Educación
Para el filósofo, el sistema escolar es, al igual que las demás organizaciones culturales que actúan en la sociedad civil, uno de los factores de hegemonía de una clase social. Gramsci considera también al maestro como intelectual, es decir, como un dirigente, un especialista político que trabaja en el campo de la educación difundiendo la ideología del bloque histórico dominante o tratando de elaborar la hegemonía del nuevo bloque emergente.
Filosofía
Gramsci definió la filosofía como una “concepción del mundo” que se manifiesta en la práctica mediante la acción política. No solo es la filosofía de los sabios que se encarna en determinadas teorías alejadas de lo común, sino también una concepción que reúne elementos religiosos, de sentido común.
Hegemonía
“El término hegemonía deriva del griego eghesthai que significa conducir, ser guía, ser jefe, o tal vez del verbo eghemonero que significa guiar, preceder, conducir, y del cual deriva estar al frente, comandar, gobernar.
Instrúyanse porque necesitamos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse porque necesitamos todo nuestro entusiasmo. Organícense porque necesitamos toda nuestra fuerza”.
Su obra
Aunque no fueron concebidos para su publicación, los denominados Cuadernos de la cárcel constituyen más de 3.000 páginas de historia y análisis político-filosóficos, redactados de 1929 a 1935. Es considerado el texto más importante que se haya escrito sobre la función educativa y política de los intelectuales.
“La cuestión meridional” es un ensayo que Gramsci comienza a escribir en Roma en 1926. En él analiza los años del desarrollo político italiano desde 1894, año de los movimientos campesinos sicilianos, seguido de la insurrección de Milán de 1896.
“¿Qué gana un campesino pobre con invadir una tierra inculta o mal cultivada? Sin máquinas, sin una vivienda en el lugar de trabajo, sin crédito para esperar la época de la cosecha, sin instituciones cooperativas que adquieran esa cosecha (en el caso de que llegue a la cosecha sin antes haberse ahorcado en el arbusto más fuerte del bosque o en la higuera silvestre menos raquítica de la tierra inculta), salvándolo de las garras de los usureros. ¿Qué puede ganar un campesino pobre con la invasión?”.
Gramsci no fue un intelectual, sino un dirigente comunista, fiel a los ideales del marxismo revolucionario. Entendió como pocos el significado del ascenso del fascismo. Por este motivo se propuso realizar una reflexión singular sobre la sociedad y el Estado en occidente e intentó la reconstrucción de lo que, a su juicio, eran las posibilidades a largo plazo de realizar el socialismo.
En 1928, Gramsci fue encarcelado por el Régimen de Mussolini. Murió en la cárcel 27 de abril de 1937, a los seis días de haber cumplido condena.
Fuente: Ministerio de Cultura.
