Destacaron el trabajo de asistencia del Estado pero alertaron sobre los peligros de romper el aislamiento social en esos barrios.
Después de una dura jornada de caminata por las calles de barro de Villa Azul y Villa Itatí, con frío y en contacto directo con víctimas del coronavirus, Roberto Valent, representante de la ONU en la Argentina, no dudó un segundo en sostener: “En este contexto de hacinamiento, falta de higiene y condiciones básicas de sanidad, la cuarentena debe seguir por un buen tiempo si no quieren que exploten los contagios masivamente”.
Valent lleva muchos años recorriendo países de África, Latinoamérica o Asia. Ha visto de todo. Mucha pobreza y desnutrición. Pero hay una cuestión que no logra comprender aun de la Argentina. “Me cuesta comprender los contrastes enormes que hay en un país con los recursos naturales que tienen ustedes y que sea tan contradictorio entre pobreza extrema y riqueza”, dijo Valent a Infobae.
Este representante de Naciones Unidas en la Argentina recorrió ayer el barrio vulnerable de Villa Azul donde hay 307 contagiados de COVID-19 y en estos días pasó a un aislamiento focalizado, tras un trabajo en conjunto con el Comité Operativo de Emergencias (COE). También estuvo en Villa Itatí donde hay 140 casos y por el nivel de población que hay allí se tornó como el foco más preocupante para las autoridades sanitarias.
Pero la disminución de casos en Villa Azul y la situación más controlada en otros barrios no hicieron dudar a Valent en su apreciación de que “en un contexto como el de Villa Azul y tantos otros barrios vulnerables del país donde haya un foco de transmisión comunitaria, fortalecer la cuarentena es una necesidad para evitar riesgos y pérdidas que pueden ser graves”.
Valent estuvo ayer en la recorrida junto con la representante de la OMS en el país, Maureen Birmingham y personal de las representaciones locales de PNUD, ONU Mujeres, UNOPS y UNICEF. Los acompañó la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza y el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, entre otros.
La recorrida de los referentes de ONU y la OMS por Villa Azul y Villa Itatí tuvo como objetivo conocer la situación en los barrios y del plan de contención y respuesta que está ofreciendo el Estado Nacional y la Provincia de Buenos Aires ante la pandemia.
Luego de la recorrida por estos barrios, Valent destacó la coordinación entre las autoridades de la Nación, la provincia de Buenos Aires y la intendencia de Quilmes junto con los movimientos sociales para atender la grave situación de contagios que se observa en estos barrios vulnerables.
Los casos de Villa Azul y de Villa Itatí son los más renombrados hoy en la provincia de Buenos Aires. Pero hay mucha preocupación en la administración de Axel Kicillof por la explosión de COVID-19 en el barrio José Luis Cabezas de Ensenada con 51 casos y la villa San Jorge de Tigre con 36 contagios registrados hasta ayer.
“Si no se le da a una solución estructural al tema de las villas en la Argentina con una inversión fuerte en infraestructura habrá otros virus o enfermedades que se seguirán propagando de manera exponencial en esos barrios”, acotó Valent. Nacido en Italia, este experto en ciencias políticas se desempeña desde 2019 en Argentina como representante de la ONU ya estuvo en varios países como referente del Programa de Asistencia al Pueblo Palestino, también en El Salvador, Belice, Congo, Bosnia, Azerbaiyán y Sudán, entre otros destinos.
Valent está convencido de que para mejorar la situación de pobreza multidimensional en estos barrios vulnerables en la Argentina se requerirá de una inversión anual del 1,5% del PBI durante los próximos cinco años. Pero para el futuro inmediato, la ONU cree que “esta pandemia de COVID-19 puede ser una gran oportunidad para que se solucionen problemas de pobreza estructural de hace 50 años en la Argentina”.
Naciones Unidas se encuentra aportando apoyo necesario en relación a servicios de alimentación, sanitarios y de higiene en esta pandemia. “Ésta es una ayuda inmediata que aportaremos, pero hay que proveer ayuda a largo plazo y vincularnos a las políticas que el Estado está desarrollando para atender las necesidades de la gente en esta zona”, dijo Valent.
En la recorrida por los barrios, los representantes de la ONU, UNICEF y la OMS pudieron conversar con los vecinos de Villa Itatí y Villa Azul. “Es formidable la disciplina con la que la gente acata la orden de la cuarentena”, reveló Valent después de esa caminata por las calles de barro en compañía de la intendenta de Quilmes.
Sin embargo, la conclusión inevitable del representante de la ONU fue tajante: “La cuarentena debe seguir adelante y debe fortalecerse aún más en estos barrios si no quieren que haya una explosión fenomenal del virus”, reiteró. Para esto, el representante de la ONU destacó que se percibe una “presencia fuerte” del Estado en cuanto a asistencia alimentaria y sanitaria para los barrios vulnerables.
A su lado, la intendenta Mendoza resaltó la importancia de la colaboración entre Estado, organismos internacionales, vecinos y organizaciones sociales para continuar trabajando de forma articulada en el futuro: “Yo creo que la pandemia logró unirnos mucho más. Implicó un trabajo comunitario que logró cohesionarse y consolidar los lazos. Pero tienen que haber proyectos de trabajo específicos que vuelvan a vincular a las organizaciones que ahora se encuentran trabajando en función de atravesar esta pandemia actividad”, dijo la intendenta de Quilmes.
Después de recorrer la Sociedad de Fomento El Progreso, que funciona como centro de distribución para el armado de los alimentos que se entregan diariamente en Villa Azul, y luego de andar por las calles de barro de Villa Itatí, Valent regresó a la ciudad de Buenos Aires. Pero antes concluyó: “Sabemos que abrir la cuarentena para reactivar la economía será necesario aunque es muy delicado en los barrios vulnerables donde el foco de transmisiones comunitarias puede ser un gran riesgo”.
Fuente: Infobae.