Condenaron por videoconferencia a 22 años de prisión a un violador

Al ciudadano peruano Jackson Ormeño Huerta se lo enjuició por el delito de trata de personas. Vendía cocaína y había sido detenido porque secuestró a una mujer humilde que le compraba y a la que sometió a maltrato durante un día entero.

El Tribunal Oral Federal 3 había comenzado un juicio en febrero pasado. Por aquel entonces, faltaba algo más de un mes para que se decretara el aislamiento preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus. Cuando eso sucedió, se suspendió la actividad judicial y hubo que preparar a los tribunales para funcionar de manera remota.

Al ciudadano peruano Jackson Ormeño Huerta se lo enjuiciaba por el delito de trata de personas. Vendía cocaína y había sido detenido porque secuestró a una mujer muy humilde que le compraba y a la que sometió a vejaciones durante un día entero. Para entregarle la droga que vendía la llevó a su casa, la adormeció y junto con otra persona la violó reiteradamente. Al día siguiente la pensaban llevar a Uruguay para que fuera prostituida en aquel país.

La mujer, medio somnolienta, pudo escapar cerca de la terminal de Buquebus en Retiro. Se acercó a un taxista. Apenas podía hablar. El taxista se dio cuenta de que algo malo sucedía y la llevó hasta un puesto de la Prefectura Naval Argentina. Allí comenzó la causa judicial. Fue a fines de diciembre de 2016.

La mujer trabajaba como empleada en un comercio, es madre de un hijo pequeño, estaba en pareja y luego de aquel traumático episodio quedó sola. Se quedó sin nada en la Capital y se fue a vivir a una localidad del interior de la provincia de Buenos Aires donde nadie sabe lo que le sucedió.

Durante la investigación se determinó que Ormeño Huerta usurpaba casas y las subalquilaba a familias de muy bajos recursos. En una casa tomada de la calle Paraguay al 2000 mantuvo cautiva a la mujer. Como parte del trámite judicial esa vivienda fue desalojada.

La Policía Federal lo buscó durante casi un año. No lo podían encontrar hasta que descubrieron que la pareja de Ormeño Huerta estaba citada a declarar en un juicio por desalojo. La siguieron y en noviembre de 2017 llegaron a detener al violador.

Cuando el juicio se suspendió por el aislamiento obligatorio faltaba el testimonio de la víctima. Antes de la pandemia el TOF 3 había planificado el viaje desde el interior de la provincia hasta el edificio de Comodoro Py, pero con la reducción de las audiencias presenciales hubo que conseguir medios informáticos para realizar el juicio.

Entonces se decidió que el juez federal de la zona iba a prestar las instalaciones de su juzgado para le declaración remota porque en la ciudad donde se iba a realizar había pocos casos de coronavirus y no había restricciones de movimiento.

Todo estaba encaminado para que se realizara la declaración con la mujer en el juzgado y el resto en la Capital. Algunos pocos en-Comodoro Py y el resto en modo “home office” iba bien hasta que en la ciudad más importante de la zona hubo un brote de Covid-19 producto de la negligencia de un grupo de vecinos.

Entonces se redujo drásticamente la circulación y no hubo manera de hacer la audiencia en el juzgado federal al menos por unas tres semanas. Se pensó entonces en hacerlo con la computadora de la víctima. Pero la mujer, que vive en condiciones muy precarias, no tenía ningún elemento como para hacer una videoconferencia. Se manejaba solo por WhatsApp. Y de manera intermitente. No había manera de garantizar la declaración como testigo.

Para que la audiencia se pudiera realizar, según explican fuentes de TOF 3, trabajó personal del servicio de Audio y Video de la Dirección General de Tecnología del Consejo de la Magistratura y terminaron en un sistema mixto. Algunos en Comodoro Py y otros a distancia.

El 4 de junio pasado se reanudó el juicio. El fiscal de juicio Nicolás Zcicik acusó a través de una conexión remota, en tanto los abogados defensores de Ormeño Huerta estuvieron en la sala de audiencia mientras que el acusado se conectó por videoconferencia desde la cárcel de Marcos Paz.

El tribunal también se constituyó de forma mixta, ya que dos de los tres jueces -Andrés Basso y Javier Feliciano Ríos- presenciaron el debate de manera remota, en tanto Fernando Machado Pelloni que presidió el juicio estuvo en la sala de audiencias en Comodoro Py.

El juicio no podía finalizar sin el testimonio de la víctima. Y no había manera de que ella se trasladara al juzgado federal de la región. Entonces se envió una delegación que viajó unos 700 kilómetros desde la Capital para tomar el testimonio en la casa la de la víctima. Allí fueron policías federales, funcionarios del Programa de asistencia a las víctimas de Trata del ministerio de Justicia de la Nación y personal del área de audio y video. Llevaron una computadora y -de acuerdo a las instrucciones de un infectólogo- establecieron un protocolo de protección y medidas de distanciamiento para evitar el coronavirus,

La víctima, según explicaron las fuentes, declaró por videoconferencia con barbijo y guantes de látex desde su casa. La declaración estuvo cerca de fracasar por diversas razones, pero finalmente se concretó. Y la mujer reconstruyó su padecimiento.

Los jueces de TOF 3 condenaron a Ormeño Huerta a la pena que había solicitado el fiscal: 22 años de prisión porque lo encontraron responsable del delito de trata de personas y el de abuso sexual, ambos agravados por el uso de estupefacientes.

Fuente: Infobae.