Hoy se encontrarán el Foro de Emergencia Salarial y la CGT, mientras que mañana será el turno de gremios y ACDE. Cerrará Alberto Fernández.
Una reunión entre el Foro de Convergencia Empresarial y la CGT dará hoy la señal de largada para una serie de encuentros multisectoriales que, con mayor o menor involucramiento del Gobierno, buscarán darle forma y sistematizar la agenda del eventual acuerdo económico y social mencionado por Alberto Fernández en campaña y tras su asunción, y que pareció pasar a un segundo plano una vez decretada la cuarentena vigente. Esta misma semana también se encontrarán la central sindical y la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE) en un acto que cerrará el jefe de Estado, y con cámaras de pequeños medianos empresarios, mientras que el lunes que viene será la Iglesia católica la convocante a una cumbre multisectorial con gremios, empleadores y dirigentes de movimiento sociales.
Las reuniones con el pacto social en vista, siempre virtuales por el endurecimiento de las normas del aislamiento social, se aceleraron conforme se alejó el horizonte de levantamiento de la cuarentena. El agotamiento económico y social, así como la demora del Ejecutivo en dar a conocer un plan de reactivación a la salida de la pandemia, liberó las manos de los dirigentes gremiales, empresarios y piqueteros para avanzar al menos con los pasos preparatorios de un eventual acuerdo económico y social.
El primer paso será la teleconferencia que sostendrá esta mañana la mesa chica de la CGT con el Foro de Convergencia, un sello de lobby que nuclea a múltiples cámaras patronales de todos los rubros. La ventaja para la central sindical es que la entidad incluye a buena parte del denominado Grupo de los Seis (industriales, mercantiles, agro, finanzas y constructores) y una suerte de auspicio de la embajada de Estados Unidos así como de varias cámaras de comercio bilaterales con otros países.
El Foro cobró relevancia en el gobierno de Mauricio Macri como amplificador de la voz de los empresarios más afines al libre mercado y a una reforma laboral drástica. En los últimos años referenció a medio centenar de cámaras y espacios patronales tan disímiles como la Unión Industrial, la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), las cuatro patas de la mesa de enlace agropecuaria (Sociedad Rural, Confederaciones Rurales, Coninagro y Federación Agraria) y las cámaras de Comercio (CAC) y Construcción (Camarco). También la integran la cámara de comercio argentino-estadounidense (Amcham), la Bolsa de Comercio, las entidades del rubro hotelero y gastronómico, la Bolsa de Cereales, la Federación de transportistas de carga (Fadeeac) y el coloquio de IDEA, entre otros.
En la CGT coexisten dos miradas respecto del involucramiento del Gobierno en el diálogo social, a pesar de haber sido Alberto Fernández su principal inspirador durante la campaña electoral en 2019. Héctor Daer, cotitular de la central, y buena parte de la “mesa chica” de conducción esperan una rápida señal oficial de integración a las mesas de debate con los empresarios para acordar líneas de acción dirigidas a reanimar la economía de la pospandemia. Dentro del mismo espacio ejecutivo de la CGT, Gerardo Martínez (albañiles, Uocra) y Andrés Rodríguez (estatales, UPCN), levantaron la voz en las últimas semanas con quejas por el manejo que hizo el Ejecutivo de la cuarentena.
Ambos tienen razones ligadas a sus sectores: la construcción es uno de los rubros que más personal perdió desde que arrancó el aislamiento social y los trabajadores de la actividad tampoco pudieron acceder a los subsidios ATP ni IFE por contar con su propio régimen de fondo de cese laboral, una suerte de libreta de desempleo. Y a pesar del lobby conjunto de Martínez y la Cámara de la Construcción hasta ahora las promesas oficiales de reactivación por vía de la obra pública no redundaron en la recuperación esperada. Rodríguez, por su parte, se vio golpeado por el fraccionamiento de los aguinaldos que dispuso el Estado para su personal. Ambos, además, integran con José Luis Lingeri el grupo de los denominados “independientes” en la CGT que siempre se jactó de contar con el diálogo más fluido con el gobierno de turno, aunque hasta ahora Alberto Fernández no pareció convalidarles ese título.
Mañana, en tanto, se realizará al mediodía el encuentro anual de ACDE bajo el lema “Emprender: Co-crear para reconstruir” y que tendrá como orador en el cierre a Alberto Fernández. Participarán Héctor Daer y el obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lugones. La CGT tiene en agenda para esta misma semana un encuentro virtual con cámaras de pequeños y medianos empresarios, y para el lunes que viene monseñor Lugones prepara una jornada desde la Pastoral Social con empleadores, sindicalistas y dirigentes de movimientos sociales.
“Sin diálogo va a ser imposible salir. Tenemos que poner todos un poco para salir de la crisis. Necesitamos una mesa de diálogo constante”, le dijo a este diario Guillermo Moretti, vicepresidente regional de la UIA y partícipe frecuente de los encuentros con otros sectores. Moretti fue uno de los impulsores en la gestión de Macri del acercamiento entre la UIA y los grupos piqueteros y recuerda un antecedente: “en 2000 la Iglesia nos convocó en Rosario a una mesa de diálogo y 20 años después, mantenemos esa relación. Es fundamental el paraguas de la Iglesia en esta instancia también”.
Se trata, en líneas generales, de sectores que comparten el diagnóstico de una salida productivista de la crisis con intervencionismo estatal, distante de las opciones libremercadistas de los espacios patronales más afines a Cambiemos.
Fuente: Ámbito.