Hoy se cumplen 26 años de la muerte del Polaco Goyeneche

El excepcional cantante de tango partió un 27 de agosto de 1994. Un repaso por su carrera.

Nació un 29 de enero de 1926 en el barrio porteño de Saavedra como Roberto Emilio Goyeneche. Durante su temprana carrera como cantor de tango le llegaría el apodo de “El Polaco”, que lo acompañaría durante toda su vida. Este jueves se cumplen 26 años de la muerte de uno de los tangueros más reconocidos de la historia argentina y así lo recordamos.

https://youtu.be/UbHnjU6YT2g

Descendiente de vascos, trabajó como chofer de la línea 19 de colectivos, mecánico y taxista. Sin embargo, fue a sus 18 años que encontró lo que realmente lo apasionaba: la música.

En 1944 se presentó a un certamen de nuevas voces en el Club Federal Argentino. Ese mismo año, se unió como cantor en la orquesta de Raúl Kaplún y para 1948 grabó su primer tema, “Celedonio”.

Unos años después, en 1952, le llegaría su apreciado apodo al ser convocado por Horacio Salgán para reemplazar a Horacio Deval y compartir créditos con Ángel Díaz. Fue éste quien, inspirado por la similitud física que presentaba con los jóvenes inmigrantes de origen polaco que solían llegar al país, lo bautizó como ‘Polaco’.

A los 30 (1956), se convirtió en el cantor de la orquesta de Aníbal Troilo, a quien admiraba y de quien se transformó en un cercano amigo. Con él grabó 26 canciones y fue quien lo alentó a perseguir una carrera como solista: en una primera etapa estuvo acompañado por el Trío Los Modernos (integrado por Armando Cupo, Luis Stazo y Mario Monteleone) y luego ya sí se lanzó en solitario. A mediados de los ’60, Goyeneche ya estaba consagrado como tal, lo que le permitió trabajar con directores de la talla de Armando Pontier, Ernesto Baffa, Osvaldo Berlingieri y Raúl Garello.

Mientras tanto, era habitué de los recintos tangueros porteños más reconocidos, entre los que se destacaba local Caño 14.

En 1969 llegó un hito en su carrera y en la historia: grabó ‘Balada para un loco’ y ‘Chiquilín de Bachín’ de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer, cuya publicación en un simple representó todo un acto de vanguardia artística, tanto por lo que significaba el primer tema como por el debate de lo que se consideraba tango.

En los ’70, los tres discos que grabó en colaboración con Atilio Stampone constituyeron hitos. Con los innovadores arreglos del director inmortalizó los tangos ‘Afiches’, ‘Maquillaje’ y ‘Chau, no va más’ (de Homero Expósito) y también realizó novedosas versiones de ‘Naranjo en flor’ (Expósito), ‘Grisel’ (Contursi), ‘Canción desesperada’ (Discépolo) o ‘Tabaco’ (Contursi), entre otros.

1985 fue un gran año para ‘el Polaco’: recibió el Premio Konex como uno de los mejores cantantes de tango de la historia en Argentina y tocó en el Teatro Châtelet de París con Horacio Salgán, el Sexteto Mayor, Jovita Luna, Elba Berón y seis parejas de bailarines.

Dos años después, llegó su consagración en el cine de la mano de ‘Sur’, film de Pino Solanas, en la que por primera y única vez trabajó también como actor.

Ya en esa década comenzó a padecer afecciones respiratorias, pero continuó grabando y brindando shows. En 1993, el sello Melopea -creado por Litto Nebbia- registró ‘Amigos’, su último álbum. Lo acompañaron además de Nebbia, Néstor Marconi, Esteban Morgado, Walter Ríos, el Sexteto de Carlos Buono y Adriana Varela, de quien fuera padrino artístico.

Finalmente, sus últimas grabaciones fueron un dúo con Mercedes Sosa en el tango “Los Mareados” y una colaboración con el violinista Antonio Agri y el guitarrista Esteban Morgado en el tango “Viejo ciego”. 

Falleció el 27 de agosto de 1994 debido a una neumonía, pero su recuerde persiste a pesar del pasar de los años.

Fuente: Filo.News.