Avenida Brasil

¿Una Avenida cada vez más cerca de la derecha?

Por Maximiliano Peluso

Brasil no para de dar sorpresas en la estructuración de sus posicionamientos políticos, que, a diferencia de Argentina, es mucho más variado y comprende a diferentes actores que comparten tendencias más que identidades polìticas fijas como podrían ser aquí el peronismo o el radicalismo. Incluso, sin querer entrar en matices más amplios, también existen diferentes actores entre lo que aquí podríamos denominar un espacio “progresista”, con el kirchenrismo a la cabeza, y un espacio de centro – derecha como es el macrismo.

Este domingo se celebraron las elecciones municipales en 57 ciudades, una segunda vuelta, para determinar los ganadores, y la tendencia pareciera ir mostrando que hay un corrimiento marcado del electorado hacia el arco de la centro derecha (representada por distintos partidos), y un retroceso en general de la izquierda, sobre todo del Partido de los Trabajadores de Lula, que según parece, ha hecho una de sus peores elecciones en los últimos años.

El partido de Bolsonaro no participó de las elecciones, ya que esta en formación, pero el actual presidente de Brasil dio su apoyo a candidatos de distintos partidos de centro derecha, instando incluso a la población brasileña a barrer a la izquierda. De hecho, consiguieron la victoria solo en 5 de las 26 capitales en donde se votaba, el resto se lo llevo la “centrao”. El PT no logró ganar en ninguna de las capitales, algo que no había ocurrido con anterioridad.

Esto no quiere decir que Bolsonaro tenga todo asegurado, porque incluso dentro de la centro derecha hay dirigentes dispuestos a plantarle cara. Por ejemplo, en San Pablo, el actual alcalde Bruno Covas, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) logró la reelección imponiéndose sobre el Partido Socialismo y Libertad (PSOL). El PSDB pareciera tener un giro hacia la centro – derecha, e incluso piensa apoyar al dirigente Jooa Doria para enfrentar a Bolsonaro por la primera magistratura. Pero siempre desde la derecha.

¿Por qué este cambio en pleno avance del progresismo en América Latina?. Las razones podrían ser variadas, desde el repudio a sectores lulistas por el desprestigio mediático, un agotamiento del progresismo por el desgaste de una gestión prolongada, e incluso con denuncias por corrupción, y tal vez, porque el electorado brasileño no pareciera ser tan tajante ideológicamente a la hora de votar como lo es en nuestro país.

Aún así, no está todo dicho, y la dinámica de la política puede ir cambiando. Habrá que ver que alianzas se forman para el año que viene enfrentar a Bolsonaro en las elecciones presidenciales, y si efectivamente termina siendo una competencia entre sectores antagónicos de la propia derecha brasileña, o si se abre un espacio para una alternativa distinta, más en línea con el resto del continente. Aún resta mucho camino por recorrer.