En Moreno, Mariel Fernández y Kicillof hicieron entrega de viviendas en el Barrio La Perla
Por Trinidad López

Mucho se ha hablado durante estos meses de las tomas de tierras y de la necesidad de intervención del Estado para dar soluciones concretas a los miles de problemas habitacionales que hay en la Provincia de Buenos Aires. Esta vez le tocó a Moreno, un municipio que lleva décadas en las que las necesidades de la población más vulnerable, se fue agravando, y hoy, al menos para 364 familias, el sueño de tener una vivienda propia se va concretando. Este 4 de diciembre, sin duda va a quedar grabado en las familias que hoy tienen su techo.

Las obras de estas viviendas, que estaban paralizadas desde hacía algunos años, lograron terminarse aún en medio de una pandemia. Por eso, el sabor a victoria es doble. Llegar a estas metas es un esfuerzo tremendo, pero da muestras que cuando el estado quiere, puede.
La importancia de finalizar las obras, y poder entregar las viviendas es un paso más en, tal como lo define la intendenta Mariel Fernández: “uno de nuestros derechos más preciados porque brinda la tranquilidad de una casa propia y permite proyectar el futuro de nuestras familias en un lugar seguro”, y añadió: “Las obras de estas casas se paralizaron y fueron vandalizadas. Con el apoyo de las cooperativas y el trabajo de 320 personas, las terminamos y recuperamos la dignidad del barrio”.

La intervención del Instituto de la Vivienda de la Provincia (IVBA) fue decisivo para la finalización de estas obras, dado que, retomó los trabajos del Plan Federal de Viviendas que habían quedado paralizadas, por la falta de las tareas vinculadas a la infraestructura general. Moreno, es uno de los tantos ejemplos, pero este tipo de emprendimientos, y la finalización de viviendas paralizadas, es algo que está comenzando a suceder en varios municipios de la provincia.
La noticia alegra, porque corre el foco de la discusión a las tomas de tierras, que no dejan de ser viviendas precarias y sin servicios, y pone el eje en la articulación y la acción estatal para llevar soluciones allí donde nuestros compatriotas con menores recursos las necesitan. De seguro en las próximas semanas tendremos más noticias felices como estás, y esperemos que sea una posibilidad de despegue e impulso a la actividad productiva para los sectores populares, dado que no sólo se genera un lugar digno para vivir, sino que también se genera empleo, algo que se ha vuelto escaso y dramático durante la pandemia. Volver a encender los motores, esa debe ser la consigna para los meses venideros.