Dios te salve María…

Escobar: Lucha, Fe y esperanza en el día de la Virgen

Por Maximiliano Peluso

Martes 8 de diciembre, 9:15 de la mañana. Una hora bastante temprana para un día feriado, pero en el Barrio Maquinista Gral. Savio de Escobar se empezaba a encender la agitación de los vecinos. Iba a ser un “feriado” atípico porque ese día iban a inaugurar dos cosas importantes para la comunidad, la sociedad de fomento General san Martín, y la instalación, en una especie de altar hecho por los vecinos, de una de las 40 Vírgenes bendecidas por el Papa Francisco durante su visita al Paraguay, y que los militantes del Movimiento Misioneros de Francisco están llevando a todos los barrios populares.

Hacía años, casi desde que comencé la universidad, en la que mi relación con la religión en general, y con la Fe, es bastante contradictoria. Sobre todo, cuando desde la formación antropológica, uno intenta explicar lo que ve, asignarle un significado, ver los actores, sus prácticas e incluso sus contradicciones.

Pero hoy decidí tomármelo de otra manera, y ser uno más, sin intentar buscar esos sentidos de la fe popular que, como señalaron muchos de los oradores, se entremezclan con las contradicciones de la práctica política, pero no por eso dejan de ser palpables en un sentido espiritual para nuestro pueblo.

Mientras el padre Hugo Lobatto iniciaba la bendición, pidiéndonos a los presentes la oración a la Virgen, ese rezo, que uno a veces cree olvidado, salió espontáneamente, porque hay cosas, como nos decían nuestros padres, que son como andar en bicicleta, nunca se olvidan.

La gente estaba contenta, eso sin dudas. ¡Una Virgen bendecida por el propio Francisco!, y para su barrio. Y cómo señalo el padre Hugo, muchos critican el uso de imágenes en el cristianismo, casi como un paganismo, pero en realidad es un “recordatorio de quién, cómo madre, nos cuida y nos ama”.

La fe y la política no son cosas necesariamente separadas, o al menos pueden convivir perfectamente, porque no somos seres unidimensionales, ni tenemos una sola identidad, sino que estamos atravesados por un montón de creencias, incluso las políticas, que no siempre son creencias racionales, y tienen que ver, como en el caso de la fe, con el sentimiento y la emoción, además de la práctica y la técnica. Por eso las palabras de todos los participantes, entre ellos, el “gringo” Castro de la CTEP y Marcelo Ibarra, dirigente del Movimiento Evita de Escobar, intentaron recoger estas experiencias de nuestro pueblo.

Por eso fue un día especial, tanto en lo personal como para una comunidad que empieza a ver realizados sus sueños. No sólo por la Virgen, que desde hoy los acompaña con su presencia cercana, sino por su sociedad de fomento, en donde los vecinos del barrio no sólo van a realizar actividades recreativas, sino también educativas y de contención a los chicos con adicciones, un mal que tanto aqueja a los sectores populares.

La lucha, la fe y la esperanza se entremezclan para darle sentido a una acción que van a recordar por muchos años, y como dijo el padre Hugo, los trabajadores, los desocupados, cada vez que pasen por la virgen se van a persignar, se van a sentir acompañados a la ida y a la vuelta de sus trabajos, una presencia fuerte en un barrio que trata de reconstruir sus propios lazos y sus propias identidades.

Por lo demás, la fiesta, porque no dejó de ser una fiesta para la comunidad, termino como deben terminar todas las fiestas cristianas, compartiendo el pan, y el vino… Bueno el vino tal vez quede para otra oportunidad…