Este año los Reyes Magos vienen con aumento…

El monotributo subiría un 31% en el primer mes del año

Por Trinidad López

El 2021 parece que no va a empezar con buenas noticias para los trabajadores argentinos, ya que se espera un incremento del 35,38% el impuesto a las ganancias, aunque también se van a correr las escalas. Un trabajador soltero con un salario en mano de $74.810 comenzará a pagar el tributo, mientras que los trabajadores casados y con hijos comenzarán a pagarlo a partir de los $98.963.

Pero el aumento más problemático es en los monotributistas, que en la Argentina hay alrededor de 3,6 millones de trabajadores en esas condiciones. Según las estimaciones, el aumento alcanzaría el 31%, y si bien sería menor a la inflación, lo cierto es que muchos de estos monotributistas son trabajadores del estado o prestan servicios tercerizados, y si han tenido aumentos, no han pasado del 10%. En el caso del estado, el aumento fue del 7%, y eso para los empleados de planta permanente. Con lo cual, el aumento tributario golpea sobre los bolsillos de los que menos ganan.

Por ejemplo, en categoría A, cuya facturación anual ronda los $273.453, que representa un salario de $22.787 deberá pagar $2562 mensuales, con lo cual le quedaría un salario de bolsillo de $20.225. Así, por más que vayan a existir algunas eximiciones en términos impositivos, terminan siendo una carga pesada para una gran cantidad de trabajadores. Lo que se hubiera esperado, es que los aumentos hubieran sido progresivos en porcentajes en función de la capacidad de facturación, dado que el régimen lo utilizan tanto pequeños comercios, trabajadores, profesionales, consultores, etc.

Los más afectados con esta nueva suba son aquellos que menor capacidad de facturación tienen, y que en términos de sus ingresos representa una carga mayor que aquel que factura $3.500.000 al año. La diferencia es abismal y la representación en el salario real de los monotributistas que son trabajadores encubiertos es muy significativa. El estado debería pensar en regularizar estas situaciones, y sobre todo la de miles de empleados públicos que están contratados con esta modalidad. Quizás es momento de que empiece a formalizarse a estos monotributistas como trabajadores formales y no seguir mirando para otro lado, aplicándole tributos como si fueran equivalentes a cualquier otro tipo de contribuyente comercial.