La mesa de enlace otra vez es la oposición

Los ruralistas preparan un paro de 72hs contra el gobierno

Por Trinidad López

La historia se repite. Otra vez los ruralistas son los que encabezan el frente opositor a las medidas de justicia social del gobierno de Alberto Fernández. Esta ves, la excusa es la prohibición de exportar maíz, dado que los precios internacionales subieron, y quieren aplicar la misma lógica para el mercado interno, dónde sus productos son consumidos por los hogares argentinos, y cuyo precio, impacta directamente sobre los bolsillos de los que menos tienen.

Así como en 2008 la Mesa de Enlace vuelve a convertirse en el aparato político de oposición frente al gobierno, debido a la debilidad de los partidos políticos de la derecha, que ha intentado de todo para crear un diciembre de caos, pero se encontraron con las manos vacías. Intentaron de todo, corridas financieras, aumento desmedido de precios, lobby hiperinflacionario, pero nada de eso funcionó, y fue un fin de año tranquilo. Distinto tal vez por la pandemia, pero tranquilo. Y para colmo, para ellos, con la ley del aborto sancionada.

Así que ahora renuevan sus ataques contra el gobierno, necesitan desesperadamente instalar la agenda de la oposición en la calle para frenar cualquier intento de avance de las políticas del gobierno. Por eso no extraña que viejos actores vuelvan a la escena nacional, porque fue lo único que les funcionó, y eso que durante la pandemia, ellos no sólo siguieron produciendo y facturando, sino que hicieron todo lo posible para no liquidar exportaciones y dejar al gobierno débil financieramente.

Este nuevo lock out patronal tiene tintes políticos, y quieren hacerlo pasar como un avance del gobierno contra la libertad de mercado, como vienen haciendo hace tiempo, apelando a que somos “Argenzuela”, “Peronia” y tantos otros calificativos que, en lugar de hacernos retroceder, fortalecen nuestra voluntad de seguir para adelante. Por más que quieran poner a la oposición de pie van a necesitar mejores ideas, porque hay un país que no está dispuesto a dejarse pasar por arriba.