Del bautismo de Dylan al nacimiento del Calígula postmoderno

Al menos ya sabemos quien es el que gobierna en Casa Rosada

Por Trinidad López

Hay temas o noticias sobre los que cuesta escribir, sobre todo porque incomodan a quien lo escribe, pero no por eso pueden obviarse, una esta obligada por la trascendencia o repercusión de una noticia. Pero me enoja, me enoja tener que escribir sobre esto, porque es un gobierno que elegimos muchas y muchos con la esperanza de cambiar la Argentina, y cuando una observa esta forma de comunicación que resta y degrada no se puede callar.

Ayer circuló en las redes unas fotos que subió Fabiola Yañez donde se ve a Alberto acompañado por su perro y mirando por la ventana de un helicóptero. Esto desató una ola de críticas tanto en propios como en ajenos. Es cierto, el presidente puede tomar los días de vacaciones que crea conveniente, como lo hacemos todas y todos los argentinos que podemos, pero tiene que recordar que no es un argentino más, y lo que se sube a las redes no puede ser tan chabacano.

Quien maneja la comunicación en la Rosada ya debería haber renunciado, porque exponer de esa forma a Alberto, sin que nadie lo asesore acerca de lo que se publica es realmente impensado, o parecería que lo asesora el enemigo. La imagen de ayer, debo confesar, que apenas la ví me recordó al emperador Calígula que hablaba con su caballo para tomar las decisiones de gobierno.

Y convengamos que últimamente pareciera eso, que las decisiones las toma el perro, porque el presidente no para de tomar una decisión, y a las horas su contraria. La oposición le viene pegando que es porque las decisiones las toma Cristina, pero vamos descubriendo que todo este tiempo era Dylan….

¿Era realmente necesaria está foto?. No, para nada, en un país que se encuentra arrasado como consecuencia de la pandemia, y también de malas decisiones gubernamentales, y en dónde muchos compatriotas la están pasando realmente mal, mostrar la foto del paseo del perro en helicóptero, como si fueran de la realeza europea, no era necesaria.

Y lo peor es que no es la primera vez que Fabiola se expone o la exponen de esa manera. Hace unos meses la enviaron vestida de princesa de Disney a inaugurar una canilla en Formosa. Cómo peronista indignan estás cosas porque pareciera que están fuera de la realidad, y por que además uno prédica con el ejemplo, y no hace falta montar tanto circo para una acción pequeña de gobierno.

De seguro muchas y muchos compañeros se molestaran por estás palabras, pero no soy una aplaudidora de las torpezas. Creo que necesitamos un gobierno que empiece a mostrar mayor fortaleza en las decisiones gubernamentales, pero sobre todo, que empiece a ocuparse de los problemas reales de la gente.

La inflación está pulverizando el bolsillo de los trabajadores y de los humildes, y comprar un kilo de carne se está convirtiendo en una odisea. El desempleo es cada vez mayor, y no se observa un plan de salida de la crisis donde se genere trabajo para todas y todos. Los peronistas hacemos un culto del trabajo, y el gobierno nacional pareciera que sólo tiene medidas paliativas como un plan social o un IFE, que puede estar bien para el “mientras tanto”, pero que no puede ser el eje de nuestra política.

Los peronistas no somos gestores de la pobreza, por eso es imperioso que el gobierno que votamos muchas y muchos empiece a dar señales de cuál es el rumbo, de un norte en el cual pueda brotar la esperanza de un futuro mejor para quienes la están pasando mal. De otro modo, sólo nos vamos a seguir quedando en la épica de un flete de vacunas y la realidad otra vez nos va a aplastar, instalando nuevamente a los antipatria en la dirección de los destinos de la nación.