El Banco Central informó que a partir de fin de año del 2022 cada entidad tendrá que utilizar esta modalidad para poder extraer dinero.
Los cajeros automáticos deberán tener instalados lectores de huellas dactilares como una alternativa al uso de tarjetas de débito.
Las entidades del país tendrán hasta fines de 2022 para ofrecer esa alternativa en sus terminales automáticas. En tanto que los que cuentan con lectores biométricos habilitarán esta modalidad antes del 30 de junio de este año.
La huella dactilar constituye una opción que puede reducir la fricción entre los usuarios con los dispositivos y facilita asimismo los pagos de beneficios sociales a personas que no poseen tarjeta de débito.
El uso de esta modalidad será opcional y favorecerá el acceso a los cajeros automáticos por parte de los grupos de la sociedad con mayor grado de vulnerabilidad, facilitando su inclusión financiera en niveles de calidad.
La utilización de la huella dactilar es posible porque la Argentina cuenta con una base de datos biométricos centralizada y administrada por el Registro Nacional de las Personas (Renaper).