La Ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, acusó a los gremios de que “quieren generar miedo en las familias”. Ya que ellos anunciaron que sus afiliados no se presentarán en las aulas el próximo 17 de febrero.
La funcionaría en declaraciones radiales dijo que “no solo es necesario, sino que es posible tener las escuelas abiertas si se toman los cuidados necesarios”. También sostuvo el anuncio hecho por Horacio Rodríguez Larreta, argumentando que tuvieron en cuenta las experiencias internacionales.
Los sindicatos docentes, como Ademys o Crees, fueron acusados por la ministra de hacer de esta situación una discusión política. Además señaló que una de estas organizaciones solo la idea de para en CABA y no en el resto de las provincias.
El viernes pasado, los dirigentes de Ute-Ctera adelantaron la medida de fuerza. “Si quieren empezar las clases el 17 de febrero, vamos a hacer retención de servicios. No vamos a concurrir al lugar de trabajo”, dijo Angélica Graciano, secretaría general del principal sindicato docente porteño.
La dirigente gremial se apoya en el rebrote, por Covid-19, que se está dando en todo el país. “En el mes de diciembre la situación sanitaria estaba más o menos controlada, pero ahora está muy descintrolada. Mantener una fecha a como dé lugar denota que no tienen un interés en la educación pública”, advirtió.
El mismo día que se había anunciado la vuelta a la presencialidad, Ademys el sindicato más combativo en CABA se opuso rápidamente. Además definió presentados a las medidas presentadas como un “plan criminal”.
En las últimas horas las autoridades de CABA ratificaron que el comienzo de las clases serán el 17 de febrero. También advirtieron que se les descontará el día a los docentes que no se presenten a trabajar.
Difícilmente se encuentre una rápida solución a este conflicto con la posición inamovible del gobierno porteño. Mientras que la situación sanitaria en capital empeora ya que han superado el pico de contagios de agosto.