El obispo de Catamarca bendijo la imagen de la Virgen del Valle que lleva bordado al Presidente. El clérigo justificó su aval. Fue donada por un comisario.
Por Lucas Schaerer
“Apacientas mis ovejas”. Contrario a la frase de Jesús a su discípulo Pedro, el obispo de Catamarca encendió un nuevo escándalo de su larga gestión, que no es el primer revuelo social y mediático que provoca en 17 años de pastoreo del pueblo catamarqueño.
En la red social facebook del obispado, llamado “prensa iglesia Catamarca”, se difundió la imagen de la polémica y la justificación del propio Urban. Los comentarios en los posteos exponen la bronca de muchos creyentes por el uso político partidario de la imagen de la Virgen Del Valle.
También los dirigentes políticos catamarqueños se expresaron en repudio al obispo. “Entre indignación y profunda tristeza…Sr. obispo no mezcle política con la Virgen de todos los Catamarqueños”, posteó en sus redes la senadora nacional, presidenta del Partido Justicialista local y ex gobernadora, Lucía Corpacci. En esa publicación, añadió: “Es increíble y aterrador, no solo lo que dijo del Papa, es el causante de miles de despidos, el que proclama cerrar las universidades públicas, el que recorta recursos a los niños, a los comedores, a los mayores les priva de sus remedios, el que no permite que se compren oncológicos para los que no tienen, el que hace del odio su bandera; pobre Virgen a lo que la sometieron”.
Minutos antes de finalizar la misa del domingo, el obispo bendijo la imagen réplica de la Virgen del Valle para ser regalada al presidente que se autodefine anarco-capitalista, y se la entregó al secretario de Culto nacional, Francisco Sánchez, presente en primera fila del templo a quien en ese momento hizo subir al altar.
Este domingo se celebró los 400 años de la llegada de la Virgen María a estas tierras montañosas y por el 133° aniversario de la coronación pontificia de la venerada imagen.
Es llamativo la red de personas que estuvieron detrás de usar la imagen de la Virgen en favor de Milei. Primero fue donada por un comisario, llamado Santiago Limón, mientras que el diseño e idea fue de tres sacerdotes: el jujeño Juan Sebastián Vallejo Agostini (miembro reconocido de FASTA, la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino); Oscar Bourlot de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos; y Mario Gustavo Molas, de Catamarca.
El revuelo de la noticia en Catamarca llegó a los obispos que dirigen la Conferencia Episcopal Argentina desde Buenos Aires. El titular de la CEA y obispo de San Isidro, Óscar Ojea, es uno de los que viene marcando agudas críticas a la gestión presidencial por la asistencia alimentaria en los barrios populares, el crecimiento de la pobreza, el desempleo y el impacto de la crisis económica en el sistema educativo bajo gestión eclesial.
Urban tiene cierta escapatoria del escándalo. Debe asistir a la reunión plenaria de los obispos de todo el país, un retiro de cinco días, que inició este lunes 15 y dura hasta el próximo viernes 19, en el campo llamado “La Montonera”, del clero en la localidad de Pilar, provincia de Buenos Aires. Aunque allí, a puertas cerradas, deberá rendir cuenta de lo ocurrido a sus pares. La reunión de obispos no va determinar ninguna sanción hacia Urban aunque sí pueden impulsar el inicio de un proceso canónico.
Obispo escandaloso
El obispo en Catamarca nació en Buenos Aires el 25 de julio de 1958 y en estos años ya ha recibido un fallo en su contra del Instituto Nacional Contra la Xenofobia y el Racismo (INADI) por haber dado un discurso discriminatorio y violento contra las mujeres. El dictamen fue el resultado de una decena de denuncias realizadas el 19 de julio de 2019 ante el ente Nacional, luego de que el prelado, en una homilía, se despacha diciendo: “Ahora las chicas quieren ser igual que los varones, ¿no?… ¡Laburen! Agarren un martillo, una maza y un cortafierros y no se les va a caer nada”. El Inadi lo instó a dejar de repetir discursos similares.
Otro escándalo de Urban fue con el barbijo puesto en el contexto del acto oficial por el 9 de Julio, que pidió dar “gracias a Dios por la pandemia” porque “el mundo la necesita”. Posteriormente aseguró que el tesoro “es Dios, no la vacuna”. Todo lo contrario a la prédica de pandemia del Papa Francisco.
También ese año había cargado contra la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas de la provincia y aseguró: “Que triste que las nuevas generaciones sean deformadas en nuestros centros educativos”.
Por otra parte, el prelado ha sido acusado en diferentes oportunidades de encubrir a los tres sacerdotes denunciados por abusar sexualmente de niños y niñas en la provincia.
La diócesis de Catamarca tiene 68.765 kilómetros cuadrados de extensión con 31 parroquias agrupadas en 5 decanatos. El más famoso catamarqueño es el beato fray Mamerto Esquiú, que es conocido como “la voz de la Constitución” por su encendida defensa de la Constitución del año 1853. Mamerto fue beatificado por Francisco en el año 2021. Se encuentra a un paso de la canonización y así ingresar en el altar de los santos de la iglesia católica.
Fuente: c5n