Monseñor Óscar Ojea convocó a magistrados de la Corte Suprema, Casación y federales porteños, como al titular del gremio, para que escuchen el clamor de los pobres.
Por Lucas Schaerer
Encumbrados funcionarios judiciales y el líder de los trabajadores de la justicia irán a la villa más grande de La Matanza este sábado 24, por la mañana. La hoja de ruta fue impulsada entre monseñor Óscar Ojea, titular de la diócesis (distrito eclesial) de San Isidro y presidente del organismo que nuclea a casi un centenar de obispos de todo el país, junto a distintos jueces, entre ellos Alejandro Slokar, uno de los miembros del máximo tribunal penal del país, Casación.
El avance del narcotráfico en los barrios populares es el eje del cónclave que tendrá como anfitriones a Ojea y a su colega local, Eduardo “Gallego” García, titular de la diócesis de San Justo, en el polideportivo San José, ubicado en avenida Crovara y C Castillo, en Ciudad Evita. Seguramente acompañen otros “bonetes”, como llaman a la mirra (el término técnico) los laicos de la vieja guardia eclesial. También para este sábado mañanero estará otro monseñor de peso político y cercanía con el Papa, Gustavo Carrara, titular del equipo de curas villeros, que multiplica sus responsabilidades con la vicepresidencia de Cáritas nacional y como vicario general, o sea segundo, de la Arquidiócesis de la Ciudad de Buenos Aires.
Están invitados y comprometieron su presencia desde el secretario general de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), Julio Piumato, el hombre de la justicia y de los derechos humanos de la Confederación General del Trabajo (CGT) hasta la Corte Suprema Nacional. Su titular, Horacio Rosatti, no estará presente, pero prometió enviar uno de sus funcionarios de confianza, Silvio Robles, también se moverá otra figura encumbrada del poder judicial, Agustina Díaz Cordero, vice del Consejo de la Magistratura Nacional, órgano de control del poder judicial, y exfuncionaria del gobierno de Cambiemos. Por Casación se sumarán la jueza Angela Ledesma y el fiscal Javier De Luca; de la provincia de Buenos Aires su procurador, Julio Conte-Grand, más la ex ministra de Desarrollo Social Nacional, Carolina Stanley, hoy a cargo de la Asesora General Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires. Otras funcionarias de peso judicial son Stella Maris Martínez, defensora general de la Nación, y Marisa Graham, Defensora de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación
Los encuentros entre funcionarios judiciales y la periferia eclesial iniciaron en el mes de mayo en la villa del Bajo Flores, más precisamente en la parroquia María Madre del Pueblo. Allí los anfitriones fueron Pedro Cannavó, hoy nuevo obispo auxiliar porteño, y el obispo Carrara. Mientras que el segundo encuentro ocurrió a fines de junio, en la periferia de la ciudad de La Plata, en el Hogar del padre Cajade.
El obispo titular de los obispos, Óscar Ojea, que lleva casi siete años gobernando la Conferencia Episcopal, en septiembre de 2018 le predicó a una treintena de funcionarios judiciales sobre la justicia, la corrupción, las cárceles y la misericordia. Ahora le toca a los pobres de los Hogares de Cristo tocar el corazón de la élite judicial.
