Ante un olivo plantado por el Papa, la reunión por la paz de un rabino, un musulmán, un evangelista, una laica villera y un monseñor

Se realizó una oración ecuménica por la paz. Francisco se enteró y envió una carta escrita con su inconfundible pequeña letra en color negro.

Por Lucas Schaerer

La guerra en Medio Oriente crece y en otras regiones del mundo. Ante ello el Papa convocó este lunes 7 a orar por la paz. En la ciudad de Buenos Aires, donde él nació, se formó y vivió la mayor parte de su vida, religiosos y laicos decidieron autoconvocarse para rezar en favor de la paz como pidió el Pontífice. Francisco se enteró, por su amigo evangelista, y respondió con una carta escrita con su inconfundible pequeña letra en color negro: “Gracias por la noticia. Los acompañó desde aquí”.

En Plaza de Mayo ante el olivo de la paz, plantado hace 24 años atrás por Jorge Mario Bergoglio (en ese momento arzobispo porteño), se acompañó su pedido de oración y ayuno por la paz, que él inició ayer domingo, desde Roma, con la oración del Rosario, en la Basílica papal Santa María la Mayor.

Desde la Matanza llegaron unas mujeres de Villa Madero. Ellas traían una imagen fotográfica del Pontífice en gigantografía. Un laico católico colocó, en las rejas que rodean el Olivo, una bandera argentina con el lema “movimiento rezá x mí”. El primero en acercarse fue el laico musulmán, Alejandro Salomón, con las mujeres matanceras. Luego el rabino Damián Karo. Desde la misa en la Catedral porteña cruzó, pasadas las nueve, la laica católica de villa La Cava, Fernanda Miño, por su lado el obispo Gustavo Carrara y el último, demorado por el subte, Marcelo Figueroa, el presbítero evangelista.

Religiosos y laicos decidieron autoconvocarse para rezar en favor de la paz.

Religiosos y laicos decidieron autoconvocarse para rezar en favor de la paz.

“Debemos acompañar el pedido de paz por un compromiso personal. No puedo pedir la paz en el mundo si ando peleando con mis compañeros, hermanos y vecinos. Asumir el compromiso de vivir en paz para hoy reunirnos a orar por la paz. No queremos tomar partido por enemigos, por los buenos o malos. Queremos que el bien triunfe sobre el mal. El mal es el que odia, envidia, el que insulta, agrede. La cultura que queremos adoptar y por la que recemos para que Dios nos ayude y reine en el mundo es encontrarnos, valorarnos. Somos cuidadores de nuestros hermanos, por la paz, por la unión, por el encuentro fraterno”, manifestó el rab Karo.

Luego agregó en hebreo: “Aquel que hace la paz en las alturas le pedimos que además de nuestro compromiso nos ayude y nos bendiga para que nos ayude la paz entre nosotros y sobre toda la humanidad”, cerró entre hebreo y traduciendo al español el religioso judío.

Los pajaritos iban y venían piando entre las ramas del olivo. El tránsito no cesaba. Los turistas y contingentes de los colegios miraban asombrados. Entonces tomó el micrófono Fernanda Miño, ex secretaria de Estado para la integración socio-urbana de las villas y barrios populares, acompañado por un parlante acercado por el sindicato de los trabajadores judiciales de la Nación (con su secretario general a la cabeza, Julio Piumato).

“La unidad que pedíamos quienes fuimos caminando el sábado a la Virgen de Luján era esto. Una de las tantas unidades desde la fe para hacer más potente nuestra oración, para contrarrestar tanta cultura del odio que se da en muchos lugares del mundo. Creo que esto que sucede hoy es muestra de lo que pidió el Papa Francisco. Traigo la oración de quienes hoy están excluidos, quienes encuentran en la fe un lugar donde refugiarse y mirar el futuro de otra manera“, afirmó.

El rabino Damián Karo, frente al olivo plantado por Bergoglio.

El rabino Damián Karo, frente al olivo plantado por Bergoglio.

“La justificación de la violencia con más violencia nos hace menos hermanos. Debemos ser agentes de paz, empezando por nuestra casa, y donde vayamos. Dios y Jesús nos piden un paso más. Sembrar esa paz donde más nos cuesta. El odio contra los pobres y su estigmatización por lo que hacen pido oración a todos en familia”, cerró la única mujer entre los oradores”, añadió.

El evangélico Figueroa aseguró que “la oración tiene poder. No es estática. La oración es acción. La oración fraternal entre distintas confesiones es una señal de fraternidad que necesita el mundo y nuestro país”, luego el biblista fue a la cita del Sermón del Monte, donde Jesús dice “bienaventurados aquellos que trabajan para que haya paz en el mundo porque ellos serán llamados hijos de Dios. La paz como un trabajo. No es una utopía. Para sí enfrentar los discursos de odio y llanto. Nosotros tenemos esperanza por la paz. En el cristianismo tenemos un Dios humano, Jesús. “

Y continuó: “Esa humanidad de Jesús nos llama a una fe humana, que viene del humus, que tiene que ver con una relación fraternal con todo lo creado, pero también humanidad que tiene que ver con lo humilde, y en humildad venimos todos en oración a rogar por la paz, en contra de la guerra, de los discursos del odio y tanta muerte”.

En árabe, Salomón inició: “en nombre de Dios clemente y misericordioso” y luego pasó el español para agrega que “estamos acá en esta plaza histórica por pedido del Papa Francisco, porque en él encontramos los musulmanes de argentina el refugio a la persecución que sufrimos en los últimos años y que es una situación planetaria. Pero en Francisco encontramos el regocijo que somos todos hermanos, y allí su encíclica maravillosa Fratelli Tutti, donde nos dice que todos nos abrazamos por el bien comunión”.

Francisco envió una carte: “Gracias por la noticia. Los acompañó desde aquí”.

Francisco envió una carte: “Gracias por la noticia. Los acompañó desde aquí”.

Pidió que los encuentros interreligiosiosos activos “estén en los barrios donde el genocidio de los pibes y pibas significa que un 70 por ciento de ellos pobres, sin perspectiva, y la pobreza espiritual porque corrieron al ser humano del centro de la escena por el Dios dinero. Volvamos a los profetas que fueron nuestros hermanos mayores los judíos, tenemos que volver a nuestro hermano Jesús, nuestra hermana María, y los profetas del islam” para concluir con una oración “para todos aquellos que perdieron la vida, siendo militares o civiles, niños, jóvenes o ancianos, y recemos por Francisco”.

Para el final monseñor Carrara, segundo de la arquidiócesis porteña, repartió fotocopias de la oración de San Francisco de Asís y pidió ser “instrumento de paz” que inicia con “Señor haz de nosotros instrumento de tu paz”.

En la oración por la paz además de militantes gremiales estuvo el diputado nacional, Eduardo Valdés; el director de Culto bonaerense, Juano Torreiro; de “Factor Francisco”, Santiago Barassi, y por el grupo antimafia “Libera Argentina”, Lucas Manjón.

Los laicos y religiosos prometieron que no sería la última acción por la paz. Seguirán clamando en el espacio publico, por abajo, y por arriba en lo institucional.