Los empresarios recurren a la renuncia como modo de encubrir los despidos
Por Trinidad López
Desde que asumió Alberto Fernández, la preocupación sobre la pérdida de empleos fue una política de estado, lo que llevó a que se pusiera una norma que diera una doble indemnización a quienes despidieran, para evitar una masiva ola de despidos, sobre todo frente a la pandemia. Si bien la medida fue criticada por distintos sectores, lo cierto es que fue cumplida a rajatabla. Pero hecha la ley, hecha la trampa.
Los empresarios argentinos, en lugar de despedir a su personal, empezaron a utilizar otras maniobras, tal como revela un estudio hecho la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo donde señala que aumentaron los telegramas de renuncia registrando un récord, como contrapartida del cumplimiento de la norma de no despido. Y después dicen que se la ganan trabjando…
En noviembre 2020, se registró un aumento del 14% de las renuncias respecto al mismo periodo del año anterior, lo que hace suponer a las autoridades que muchas empresas hicieron acuerdos de renuncia para despedir a sus trabajadores, con lo cual encontraron un hueco para saltear la ley.
El problema de fondo es que el desempleo sigue aumentando, y con la pandemia aún en la cresta de la ola, el crecimiento de la oferta laboral es muy baja, y golpea de lleno en los sectores juveniles. Por eso hay que celebrar las políticas como el “potenciar joven” que intenta insertar a un segmento de la sociedad en el circuito laboral de la economía social. Si bien no es la solución que una esperaría, es al menos una forma de ir paliando una crisis que amenaza arrasar con todo, y que si no existiera un estado con una presencia fuerte, tendríamos que lamentar aún más la mala situación de vida de muchos compatriotas que hoy la están pasando mal.