Puntos culturales educativos: un espacio fundamental para reconectar a los pibes y pibas de los barrios populares.

Por Gabriel Brito

El año pasado fue un año muy particular, pues la pandemia nos cambió muchos hábitos, el aislamiento afectó nuestra forma de vida y en especial la de los pibes y pibas. Muchos hablan de esto y desde hace unos meses se abre un debate sobre la vuelta a clases, retomar la presencialidad utilizando los espacios públicos y comunitarios, harán que la vuelta a clases sea mas fácil, debemos concentrarnos en aquellos casos de abandono y asi evitar la deserción, no se puede seguir esperando; por eso las organizaciones sociales salimos a tender ese “puente de plata”, entre los más humildes y la escuela.

Somos respetuosos y haremos cumplir a rajatabla los protocolos sanitarios, para que los chicos y chicas vuelvan a clase, también nos pondremos a la par de nuestros docentes para tender una mano solidaria en lo que podamos ayudar.

Detectamos innumerables casos de alumnos con problemas en la cursada y por eso creamos con otras organizaciones hermanas Redes Reales, un programa de acompañamiento a quienes tuvieron dificultades. Nos sorprendimos por la cantidad de inscriptos que tenemos en los barrios para recibir ayuda.

Es por eso que salimos en busca de Referentes Comunitarios Educativos, los que sin dudar pusieron manos a la obra. El año pasado pudimos visualizar esta problemática ante el ministro Nicolas Trotta, quien pudo observar nuestra tarea en 1.000 puntos culturales a lo largo y ancho de nuestro país.

Desde la secretaria de Educación de Escobar articulamos con nuestros referentes y pudimos formar 6 puntos de encuentros, en la Sociedad de Fomento General San Martín; en barrio Stone; en Los Pinos, donde concurren más de 100 pibes y pibas que tuvimos que dividir en turnos para respetar los protocolos y en el barrio San Jacinto donde debido a la cantidad damos el apoyo en tres lugares diferentes y en distintos horarios.

Muchos hablan, se rasgan las vestiduras, debaten horas y horas en despachos, estudios de radio, de televisión, escriben ríos de tinta, o buscan la mejor selfi para un posteo.

Nosotros desde el Movimiento Evita les decimos: es muy difícil estudiar en viviendas precarias, con techos que se llueven, donde el espacio se reduce al máximo por el aislamiento, el hacinamiento es común, el calor sofoca, el frío, la humedad hace el ambiente irrespirable, casos de violencia intrafamiliar y donde escasean “las changas”. Llegar a fin de mes es una utopía, falta de dispositivos para conectarse y el escaso acceso a internet, que en los barrios populares dista mucho de ser un derecho universal; hacen difícil seguir estudiando.

Al virus lo enfrentamos entre todos, los escobarenses se merecen un buen vivir, #SolidaridadEnAcción para hacerle frente a la pandemia que más daño nos hace: la del individualismo y el egoísmo.

La pobreza nos quita derechos como el de estudiar, el poder desarrollar nuestras capacidades a la edad correspondiente. Es por eso que le pedimos a los opinadores seriales vengan pisen un poco de barro y se pongan a la par de los últimos de la fila.

Secretaría de Educación Movimiento Evita Escobar.