El cura villero Nicolás “Tano” Angelotti juntó a la comunidad matancera para celebrar los nueve años del Papa de los pobres. Hubo una muestra del grupo Factor Francisco y se realizó el lanzamiento de 10 mil ejemplares de Fratelli Tutti. El cierre: un almuerzo de “choris” y morcillas.
POR LUCAS SCHAERER
“La vida como viene” se agita, no sólo se canta. Parece la hinchada en una cancha de fútbol más que creyentes en una iglesia a punto de iniciar la misa. Así vibra el pueblo católico en La Matanza, el municipio más populoso de toda la provincia de Buenos Aires. El rito romano se entremezcla con una impronta local, una suerte de rito villero “no oficial”, donde no existen los cantos sin pasión, ni la distancia fría, por ejemplo, al momento del saludo por la paz. Acá se cruzan los abrazos con quien tenés al lado. El bautismo es un gol de mitad de cancha que se aplaude y llora a la vez, sea bebé, joven o anciano quien recibe el sacramento. Así se vivió este domingo 13 de marzo la misa, que fue a la vez un festejo por los nueve años de Jorge Mario Bergoglio ungido Vicario de Cristo.
En el boulevard de la calle Colonia y cruce con Asamblea, barrio 17 de Marzo, hace cuatro años atrás se convirtió en Parroquia lo que en su inicio fue la capilla San José, en homenaje al padre terrenal de Jesús y compañero de su madre, María. En la esquina de la parroquia hay una imagen de San Blas (un patrono paraguayo para los enfermos). Las casas bajas, las calles de tierra, con muchos espacios verdes libres y arboledas, se fueron convirtiendo a la par del crecimiento de los dispositivos para atender el dolor del pueblo matancero, sean niños, viejos, adolescentes, adictos, desempleados.
Esta populosa comunidad olvidada se puso de pie primero por la fe, gracias a 18 años de evangelización del Padre Bachi, fallecido en pandemia por coronavirus, y que cinco años atrás se fortaleció como nunca con la llegada de un cura villero. “El Tano”, como llaman a Nicolás Angelotti, es el párroco de San José y el articulador con respaldo de los obispos, el local Eduardo García y a nivel nacional Óscar Ojea, y Cáritas para el despliegue de seis jardines de infantes (en el barrio Nicol, el complejo Ciudad Evita, San Petersburgo, Puerta de Hierro, 17 de Marzo y Bis), tres escuelas primarias y dos secundarias, dos escuelas para adultos, un profesorado para escuela inicial, primario y educación especial; además está la escuela de música, más de 50 talleres que reúnen a más de 800 personas en el Centro de Formación Profesional, un club con ocho sedes en ocho barrios, con disciplinas deportivas y culturales, on Polideportivo y un microestadio llamado Papa Francisco (justo frente a la estación de tren General Villegas, hoy convertido en centro de vacunación anti-covid). No sólo eso. La fe se despliega en una red de siete capillas, dos en proceso de construcción, los exploradores, grupo juveniles, misioneras y grupo de hombres, pre-juveniles. También hay espacios para los ancianos, con cuatro casas de abuelos y abuelas, como hogares para las mujeres y sus hijos, y los sin casas. Sin olvidar las tres granjas (en Virrey del Pino, San Vicente, y Gonzalez Catán) para las primeras etapas de recuperación de las adicciones, que hoy incluyen a 600 almas.
La obra de la iglesia no termina ahí. Para la atención en salud cuentan con sala de primeros auxilios, con atención en distintas especialidades (pediatría, ginecología, medicina clínica). Por la alimentación se extienden 16 comedores en distintos barrios matanceros, con más de 15 mil porciones de comida diaria para acompañar el dolor de la pobreza. A todo esto, se suman la Casa Social de Cáritas y la atención de los Estados (nacional, provincial y municipal): ANSES, RENAPER, Acceso a la Justicia, Servicio Social y Comisaría de la Familia.
Lo que siente la comunidad eclesial matancera se comunica por los micrófonos de la FM 105.7, La Voz de San José (con un oído en el pueblo y otro en el evangelio) gracias a una antena encima de la parroquia.
Se dan el gusto de contar con un emprendimiento de panadería, rotisería, restaurante y comida a domicilio, todo realizado por las personas en recuperación de adicciones de los llamados “Hogares de Cristo”.
Mientras todo esto ocurre están construyendo un barrio para 300 personas.
“Nuestra fe es revolucionaria como nos dice el Papa Francisco que hoy cumple nueve años como pastor de todos los católicos”, sostuvo “el Tano” que tenía detrás un gran cuadro de la Virgen de Guadalupe, patrona de América, y delante la imagen de San Brochero, el primer santo argentino, conocido como el cura gaucho. “Nuestro amor es para meternos en el ojo de la tormenta de la historia, para transformarla en un mundo más fraterno”, definió el párroco de ojos celeste, sonrisa rápida y pelo largo atado.
Antes de empezar la celebración litúrgica, en una pared detrás del altar se proyectó un vídeo donde el Pontífice los bendice con la próxima caravana por el patrono San José. Este santo de la iglesia universal significa mucho para Bergoglio, ya fue en la basílica de San José de Flores, en el barrio donde nació, que escuchó la voz de Dios para iniciar su sacerdocio. Para la comunidad matancera también es importante porque recibió del Vaticano justamente la imagen de San José, que el próximo sábado 19 de marzo encabezará una multitudinaria caravana por los barrios periféricos. Es llamativo como Su Santidad es un líder mundial, pero a la vez, cercano. Hasta las mujeres de los Hogares de Cristo que prepararon bizcochuelo que vendían en la parroquia saben la historia del arribo de la imagen de San José. “El Padre Tano le pidió la imagen. El Papa le iba a mandar la plata, pero él le dijo que no, que querían la imagen enviada desde allá. Es la que tenemos acá”.
Arte-Pop para el Papa
Los Warhol (por el artista plástico estadounidense Andrew Warhol, más conocido como Andy) del Papa desplegaron una muestra de banner al ingreso y dentro de la parroquia. La vereda misma fue el escenario de Factor Francisco, como se llama este grupo de laicos con estética arte-pop para mostrar su homenaje al Sucesor de Pedro.
Sin entrar a la iglesia ya se notaba que era un día especial. Bergoglio abraza a Diego Maradona. Otro banner con el título “el mundo es un misterio gozoso” donde se entrelazan imágenes del sagrado corazón, con Sigmund Freud, Gilda, el Guachito Gil, el beso de una pareja, un Bergoglio de ojos achinados y gran sonrisa, y debajo un asado entre hombres que representa la última cena es nuestros tiempos. Luego “el grito de la tierra es el grito de los pobres”, otro dedicado a la “Patria Grande” y entrando al templo un banner del Papa de altura real. Son verdaderos cuadros de fotos e imágenes religiosas con colores llamativos que unen la fe y la política: la cruz de San Damiano con el teólogo Leonardo Boff en el medio, debajo los buitres sobre Jesús Crucificado y a su lado las torres de los bancos, la cara de figuras del mundo financiero y el ex presidente estadounidense Donald Trump con un San Francisco de Asís inclinado rezando a un lobo y palomas. La disputa espiritual de la paz y la armonía de la vida se contrapone con la mundana tiranía del dinero.
“Somos el kilómetro cero para la distribución en formato diario de Fratelli Tutti, la encíclica ‘hermanos todos’ del Papa”, decía el Padre “Tano” e invitó al frente a tomar el micrófono a los fundadores de Factor Francisco.
“Venimos a celebrar los nueve años del pontificado de Francisco”, arrancó Néstor Borri, a quien el aplauso cerrado y los silbidos no lo dejan seguir hablando. “Logramos imprimir 10 mil ejemplares de Fratelli Tutti. Ahí el Papa dice que siempre es posible recomenzar, de a uno y de abajo, buscando lo más concreto y local, solo falta el deseo simple y gratuito de su pueblo. Hasta el último rincón de la patria y el mundo. ‘Vamos a brillar’ decía la lectura bíblica de hoy (llamada la transfiguración de Jesús donde se vuelve todo luz)”, cerró Borri dando paso a Santiago Barassi quien agregó: “Tener un Papa argentino es un orgullo, una oportunidad y una responsabilidad, por eso desde Centro Nueva Tierra y Factor Francisco sentimos esa responsabilidad de llevar su voz, que son las coordenadas para salir adelante en cada comunidad y familia”. Los gritos de ‘Viva el Papa’ se repiten entre chiflidos y más aplausos.
La gente agarra los diarios del mismo altar sin esperar a que los repartan. “Parece que los 10 mil se quedan en Matanza”, me dijo en broma uno de los Warhol del Papa mientras invita al almuerzo. Entre ellos está el dirigente de la Juventud del Sindicato de Comercio, Sergio Ortiz, y Flavia con Damián del grupo de muralistas Cruz del Sur.
Al costado de la parroquia hay un poco de tierra libre, a la sombra. La cubierta de unos neumáticos sostiene un tablón de madera. Ahí veo decenas de panes que esperan a los chorizos y morcillas que se cocinan en una improvisada parrilla al piso. Richard, conductor del programa de radio “La vida como viene”, es la voz cantante de los cocineros. Testigo de la distribución del alimento es el Papa formato cartón. El humo del carbón lo baña del perfume popular que vuela al cielo celeste sin nubes.
Fuente. Telam