El canciller de la Academia de Ciencias del Vaticano estuvo en Argentina y expresó su opinión sobre el conflicto en Europa del este al participar en un acto gremial y en el Comité contra la Trata y Explotación de Personas.
POR LUCAS SCHAERER
“El Papa viene hablando de la tercera guerra mundial en partes. Ahora ya es muy real. Rusia, uno de los imperios que quiere ser, desafía a los otros, es decir Estados Unidos y China, y ha invadido a otro país muy importante que es Ucrania, el granero de Europa, donde viven 40 millones de personas”, aseveró monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia de Ciencias y Ciencias Sociales del Vaticano, en un evento en la biblioteca “Eva Perón” del Sindicato de Chóferes de Camiones, ubicado en el barrio porteño de Parque Chacabuco, donde se volvió a firmar un convenio entre este gremio y el sindicato de trabajadores del campo (UATRE) para denunciar trata y esclavitud vía el número 145 que difunde el Comité de Trata y Explotación de Personas, que depende a nivel nacional de Jefatura de Gabinete de Ministros.
Sánchez Sorondo que vive en la Santa Sede desde la década del setenta y hace más de veinte años es el responsable de dirigir los debates académicos en la Casina Pío IV, en los jardines del Vaticano sostuvo que la guerra en Ucrania “son viejos conflictos, muy antiguo de los pueblos eslavos. Naturalmente si estuviera el Papa polaco, Juan Pablo II, estaría horrorizado porque venía de ese mundo y sabía que este es un problema entre hermanos de fe, son todos cristianos, esto es muy trágico”.
El monseñor argentino en la Curia Romana consideró que “la gente más razonable quiere detener el conflicto, para evitar que salte a lo atómico, biológico o más grave. Esperemos que ambas partes acepten la mediación del Papa” y clamó a las personas de fe que “usen su arma más fuerte, la oración, pedirle a la Virgen”.
El Santo Padre ha vuelto a condenar este domingo en su prédica del Ángelus, desde la ventana de su estudio del Palacio Pontificio hacia los peregrinos en la Plaza San Pedro, que esta “repugnante guerra es una masacre sin sentido donde las atrocidades se repiten cada día. No hay ninguna justificación para ello”. Asimismo, Francisco lamentó que “también esta semana han caído misiles y bombas sobre civiles, ancianos, niños y madres embarazadas”.
Justamente este sábado 19, por la tarde, Francisco visitó a los niños ucranianos heridos que son asistidos en el centro pediátrico del Vaticano “Bambino Gesù”. “Están aquí en Roma. A uno le falta un brazo, el otro tiene una herida en la cabeza… Niños inocentes”, detalló el Vicario de Cristo y sus palabras recorrieron las redacciones periodísticas de todo el mundo siendo uno de los líderes religiosos y políticos más comprometidos con la paz, como demostró al visitar la embajada Rusa ante la Santa Sede, en sus reiterados discursos públicos y al convocar para el próximo viernes 25 de marzo a la ceremonia de consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, que el mismo presidirá en la Basílica de San Pedro.
El enviado papal a la Argentina que se refirió a la invasión Rusa a Ucrania participó hace dos semanas, en la provincia de Misiones, de un cónclave de jueces por los derechos de los pobres, y en el acto de los gremios y el Comité de Trata anticipó que el próximo 9 de agosto abrirá las puertas de la Academia de Ciencias y Ciencias Sociales para una nueva cumbre de transportistas, tanto empresarios como sindicalistas, que abordarán entre otros temas la prevención y lucha contra el tráfico humano.
La Academia donde monseñor Sánchez Sorondo es canciller tiene entre sus 60 miembros al ministro de economía argentino, Martín Guzmán, quien ha participado de eventos en la Casina Pío IV, donde conoció a la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economista búlgara Kristalina Georgieva. Otro de los funcionarios y a la vez integrante de la academia vaticana es Gustavo Béliz, Secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación.