Francisco y la reparación del delito

Comenzó en la Argentina una campaña para la reutilización social de los bienes recuperados del crimen organizado. Las palabras del Sumo Pontírice y el proyecto “Bien restituido”, de la asociación civil Libera.

POR LUCAS SCHAERER

Luigi Ciotti, el sacerdote que preside Libera en Italia, en su visita a la Casa Rosada. Foto: Libera

“Me alegró saber del trabajo conjunto de la Argentina con la Unión Europea, particularmente Italia, en la lucha contra el crimen organizado”, escribe el Papa Francisco en el comienzo de una carta que envió a un evento realizado esta tarde en el aula magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

El mensaje del Pontífice fue dirigido al proyecto “Bien Restituido”, una iniciativa legislativa que busca replicar en Argentina el modelo italiano de lucha contra el crimen organizado, que decomisa sus bienes y los reutiliza en favor de los desposeídos.

“La ayuda mutua es imprescindible para ganarle a este tipo de asociación ilícita, que no reconoce fronteras y se aprovecha de las divisiones entre los pueblos y del funcionamiento deficitario de las instituciones. El trabajo por el bien común exige prácticas comunes de coordinación y colaboración capaces de afrontar la realidad en su complejidad”, señaló Francisco en su carta. El mensaje papal fue leído en el comienzo del debate del proyecto “Bien Restituido”, creado por Libera y financiado por la Unión Europea, en un concurso donde se presentaron más de 300 iniciativas de todo el mundo.

“La persecución y juzgamiento de este tipo de criminalidad suele concentrar la mirada en el castigo; pero ésta es una visión limitada y que queda siempre a mitad de camino. Es difícil pensar la solución de un conflicto penal sin que haya reparación; y, porqué no, una reparación también en las causas. El crimen organizado produce un daño social a gran escala: deja víctimas visibles e invisibles, portadoras de un sufrimiento que debe ser escuchado y reparado e implica, como sociedad toda, asumir y revertir los mecanismos (tantas veces enraizados en el inconsciente colectivo) que propician su proliferación”, aseveró el Vicario de Cristo.

La carta enviada por el Papa Francisco.

“Italia tiene mucho para aportar a partir de su experiencia, una experiencia de dolor, pero también de resistencia y renacimiento”, añadió el Papa y puntualizó su respaldo a la iniciativa que llegó a la Argentina: “la reutilización social de los bienes recuperados de la mafia es un ejemplo virtuoso de sanación y de restablecimiento de la paz a través de la acción colectiva. Para el Estado es una oportunidad de volver a mirar a la gente creando oportunidades allí donde no existían (porque el crimen organizado suele ocupar los espacios donde las instituciones están ausentes o funcionan mal)”.

“Reconozco la importancia de este encuentro y me alegra verlos reunidos para buscar soluciones prácticas que ayuden a reparar el daño que el crimen organizado produce en la sociedad. Tengo la esperanza de que de este modo la justicia gane espacio y, como dije aquella vez en un encuentro con Libera, se amplíe, se arraigue y ocupe el sitio de la inequidad”, concluyó el Santo Padre.

La red Libera agrupa en Italia a más de 1.600 organizaciones de todo tipo y Francisco la conoce desde que era arzobispo de Buenos Aires. En virtud de ello, en 2014 se convirtió en el primer Pontífice en recibir a sus miembros, entre ellos a su fundador y presidente, el sacerdote Luigi Ciotti, presente en Argentina junto a una comitiva de funcionarios italianos especializados en la lucha contra la mafia.

Los integrantes de Libera Italia y Argentina fueron recibidos este lunes en la Casa de Gobierno, donde entregaron el “Proyecto Bien Restituido”. Este martes recorrieron el Museo de la Memoria, en la ex ESMA; y luego visitaron el Congreso de la Nación, donde explicaron los alcances de su programa a legisladores y autoridades del Poder Legislativo. La última actividad de la comitiva italiana será este miércoles en la Villa 31 del barrio de Retiro, donde conocerán inmuebles decomisados por la justicia que administra el Gobierno de la Ciudad.